sábado, 28 de octubre de 2017

Noche de te animas

Por tercer año organizamos esta fiesta , donde nos volvemos a encontrar en un lugar muy pequeño, desde diferentes rincones de la geografía.

Empezamos la tarde con un buen chocolate con pastas para todos y todas, antes de centrarnos en el asunto.

Personalmente este año quise dar un homenaje a la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer, el miserere. Para cuando Halloween no existía como palabra, y si la noche de animas, este autor romántico, supo acercar el mundo del más allá en muchas de sus leyendas.

"Mal envueltos en los jirones de sus hábitos, caladas las capuchas, bajo los pliegues de las cuales contrastaban con sus descarnadas mandíbulas y los blancos dientes las oscuras cavidades de los ojos de sus calaveras, vio los esqueletos de los monjes, que fueron arrojados desde el pretil de la iglesia a aquel precipicio, salir del fondo de las aguas, y agarrándose con los largos dedos de sus manos de hueso a las grietas de las peñas, trepar por ellas hasta tocar el borde, diciendo con voz baja y sepulcral, pero con una desgarradora expresión de dolor, el primer versículo del salmo de David:

¡Miserere mei, Deus, secundum magnam misericordiam tuam!"

Así que como un monje de aquellos, provisto de una palmatoria y un cencerro a falta de campana, me dispuse caminando por aquellas calles oscuras. Decir que el resto estaban todavía poniéndose el disfraz, y lo único que conseguí fue que los perros se acercarán a olfatearme al sonido del cencerro, pensando que era una oveja descarriada, ..., cuanto lejos de la realidad, porque al no oler a choto, se iban con cara de confusión. 

La verdad es que cuando ya todos aparecimos de nuestra guisa, el payaso de Mc Donalds incluido, los perros decidieron no participar ...


El recorrido el de todos los años, casa de Donato, Cochera, Africa,  Satur y la casa encantada... sin más os presento a los diferentes protagonistas.








 
Nos quedamos con las palabras de Natalia: 

"Esto mola mazo".