Publicada 13/3/2018
Actualizada 13/03/2018
Es el título de una obra
literaria de Ernest Hemingway, y es también el título de esta entrada, con el
que queremos además comunicar el mal estado de los yugos que las soportan.
Desde la asociación
hemos realizado gestiones para conseguir ayudas públicas, que no han sido
efectivas por diferentes motivos, y con perspectiva vemos que no vamos a
conseguir nada por ese camino.
Aún así, el proceso nos ha
conducido a tener la asociación al día respecto a los organismos oficiales,
tener contactos, un presupuesto ajustado sobre la reparación, obtener una
pequeña subvención desde el ayuntamiento de Molina, así como el permiso y
licencia cultural de obras.
El pasado jueves 15 de Marzo,
Gabriel, campanero de Campanas Rivera
estuvo valorando "en la torre" junto con el titular de la parroquia
Don Manuel y Donato el estado de los yugos, y me ha trasladado también su
valoración sobre su mal estado. Este verano se cayó la campana en Prados Redondos,
pero la suerte ha hecho que no cayera del campanario. Reparar los yugos podría
parecer caro, pero reparar una campana rota es algo impensable.
Así el
presupuesto de arreglo de las campanas es de: 2.800,00€
La asociación dispone de hasta 1.500,00€
para asumir parte del coste total.
Esta semana santa, deberíamos
tomar una decisión sobre qué hacer, y comunicar que para poder arreglar ambas
campanas de una vez, se necesitaría que cada "amigo de Tordelpalo" hiciera una aportación económica. Esta seria la propuesta:
El cálculo de personas en fiestas se realiza sobre 100, así que una aportación de:
- 20 euros adulto
- 50 euros
familia con niños.
Sería suficiente para cubrir la
reparación.
Como sabéis las campanas eran el
corazón que marcaba los tiempos en cualquier villa.
En Tordelpalo tenemos la suerte
de tener dos campanas, cada una con su antigüedad y sus leyendas. Hay que
recordar que eclesiásticamente Anchuela del Pedregal era una anejo de la
iglesia de Tordelpalo de ahí su importancia. En el pueblo hay muy poco
patrimonio, la fuente y su lavadero, la iglesia, el dintel del cementerio, pero
lo poco que hay, tenemos que hacer lo posible por conservarlo.
Hace dos años se desprendieron
unas pechinas de uno de los yugos, y desde entonces, la única que volteábamos
en fiestas dejó de hacerlo. La grande, hace años que ni siquiera se toca con
cuerda.
Así en la izquierda
del campanario mirándolo de frente tenemos la campana "grande". No
tenemos constancia de su año de fundición. Su inscripción actual 1960, Alcalá
de Henares. De acuerdo con un testimonio oral, la campana se tuvo que llevar a reparar
ya que no tocaba bien. Posee un diámetro de 52 cm y lleva la firma de José Luis
Quintana. Esta campana conocida también como la campana de la gloria, lleva una
inscripción "Jesús José María".
Oscar me comentó que esta inscripción es porque toca a gloria y a alarmas según
la litúrgica y comunicación social de antes.
En el lado derecho
tenemos una campana algo más pequeña, con la inscripción de
"Canseco", fundida en 1890 y
con un diámetro de 48,5 cm. Por aquellas fechas Canseco era un afamado
relojero, supongo que hay una relación entre este señor y la campana que
tenemos.
No sabemos si estas fueron las
campanas originales o hubo otras anteriores. Hay que recordar que la iglesia
fue bautizada en 1785 siendo cura Zabala,
tal y como reza la inscripción.
Suponemos que hubo campaneros en
el pueblo que se encargaría de dar los diferentes toques con más o menos
acierto, seguro que sois capaces de recordar su repicar.
...
Siempre
en nuestro corazón, Miguel