Publicada 1/7/2019
Actualizada 1/7/2019
Actualizada 1/7/2019
El secreto de las piedras fue un programa
de la televisión autonómica de Aragón, donde Don Eugenio Monesma en su vertiente
de investigador, busca leyendas y misterios que están relacionados con piedras
o accidentes geográficos por todo Aragón. Espero que en los próximos años
podamos incluir muchos más secretos de las piedras de Tordelpalo o su entorno.
La cruz del carlista llego a mi
hace unos veranos de boca de Donato Orea, pero como una leyenda donde nadie sabía
mucho más; incluso su ubicación estaba un tanto difusa. Este pasado verano en
una de las excursiones veraniegas en fiestas a la piedra del Prado, intentamos
buscarla sin éxito.
Este invierno, la incansable
Alejandrina López e hija me mandaron un breve relato sobre la piedra, y que ha
sido el detonante para empezar una investigación sobre ella.
En la pared del “prau” hay una piedra con una cruz, como si fuera una
lápida, está mirando hacia Cerrogordo dirección a Cubillejo del sitio; yo
preguntaba a mi madre y me explicó que había habido una guerra que le decían la
Guerra de los Carlistas y un soldado iba herido y bebió agua de la fuente de la
colmena, que así se llamaba la fuente que hay en el prau. Al saltar la pared
allí falleció. Decían que el Carlista debía saber el terreno que estaba
pisando. No sé si lo enterraron allí o lo llevaron al Campo Santo que aquel
entonces estaba en la entrada del Monte, lo mismo que el Pueblo, que se llamaba
San Benito.
El tema del cementerio y San
Benito estoy todavía recopilando información. He querido dejar hasta este trozo
de testimonio, porque hay contestación sobre uno de los interrogantes que nos
plantea.
Primero un poco de contexto.
Hubo tres guerras Carlistas, la
más reciente comenzó en Abril de 1872 hasta el 28 de Febrero de 1876.
La tercera guerra carlista se
inició con el levantamiento armado de los partidarios de Carlos VII contra la
monarquía liberal de Amadeo I y después contra el gobierno de la Primera
República y de Alfonso XII, hijo de Isabel II, proclamado rey por el general
Martínez Campos en Sagunto.
https://www.a2mminiaturistasmilitares.com/galeria-miniaturistas-militares/laminas/grupo-de-carlistas-1-guerra-y-3-guerra-carlista.html |
Esta guerra civil se desarrolló sobre todo en
las Provincias Vascongadas, Navarra y Cataluña. Además de la defensa del orden
y la unidad católica, la restauración por parte del pretendiente en julio de
1872 de los fueros abolidos por los decretos de Nueva Planta por Felipe V,
influyó en la fuerza del levantamiento en Cataluña y en menor medida en
Valencia y Aragón. También se alzaron algunas partidas poco activas por
Andalucía, así como el resto del territorio peninsular, especialmente en áreas montañosas donde practicaban el
bandolerismo ante su marginalidad y escasa eficacia a la hora de establecer
un vínculo con el pueblo que facilitara su actividad guerrillera.
Al
comenzar la primavera de 1872 nuevos indicios advertían de un próximo
levantamiento carlista; en esos días José González Hernández, telegrafista
destinado en la capital alcarreña, fue procesado por difundir noticias falsas y
alarmantes, que muy pronto se hicieron realidad con la aparición de partidas
carlistas en Negredo, Campillo de Dueñas, Milmarcos, Algar de Mesa, Torremocha
del Pinar, Alcolea del Pinar...
Pero,
como ya sucedió en la Primera Guerra, los carlistas de Guadalajara se limitaron
a sublevar sucesivas partidas guerrilleras dirigidas por algún cabecilla local
que eran, una a una, batidas y dispersadas por los soldados gubernamentales.
Los restos dispersos de las unidades derrotadas se unían a los nuevos grupos
alzados en armas, que eran rápidamente desarticulados.
Las
incursiones desde las provincias vecinas de grupos más numerosos y mejor
organizados, entre los que destacaban las unidades de Marco de Bello,
permitieron ocupar temporalmente algunas localidades como Molina de Aragón.
A partir
de esta introducción, incluyo algunas de las noticias sobre los Carlistas
alrededor de Molina de Aragón. Hay muchas más, pero incluyo aquellas que me
llamarón la atención.
La Independencia
(Barcelona). 29/4/1872, página 14.
Hoy recibimos una carta de Molina
de Aragón fechada el 25, de la cual trasladamos los siguientes párrafos: «Esta
tarde, entre cinco y seis de la misma ha sorprendido á esta población una
partida carlista, compuesta de 60 hombres, bien armados con carabinas
Lefaucheux, y entre los cuales van algunos curas. La manda el cabecilla
Florida. La circunstancia de encontrarse esta población desguarnecida ha
proporcionado á la junta carlista el dispensar una entusiasta acogida á los
facciosos, y á estos el apoderarse sin resistencia alguna de la fortaleza que
domina a esta población y donde, según parece, se proponen formar su cuartel
general. Llamen ustedes la atención del gobierno sobre la necesidad de hacer
que venga brevemente una columna, pues según noticias, en los vecinos pueblos
de Tortuera y Мilmarcos se encuentran otras dos partidas que vendrán mañana á
reforzar á la que hay aquí. A su entrada han dado los gritos de ¡Abajo lo
existente! ¡Viva Carlos VII! y ¡Viva España! Inmediatamente han exigido los
fondos del municipio, de la administración de rentas, seis caballos, 120
raciones y las llaves de la fortaleza que ya en la época de la guerra civil fue
muy asediada por las facciones.»
La Igualdad (Madrid. 1868). 8/11/1873, página 3.
En Molina de Aragón penetró una partida carlista, obligando a los
vecinos a rezar el rosario en la plaza pública. entre ellos se hallaba el
conocido artista D. Tirso Obregon. Dijeron que iban persiguiendo a Villalain,
el cual les había robado los fondos. Durante el rosario cobraron un trimestre
de contribución.
El Pensamiento
español (Madrid. 1860). 2/12/1873, página 3.
En Molina de Aragón estuvieron ayer los cabecillas Madrazo y Villalain,
llevándose 8,000 reales que exigieron á los contribuyentes. El coche que sale
de esta para Teruel fue detenido por los expresados cabecillas hasta que ellos
marcharon. La dirección que han tomado es la de Checa. Ese coche ha estado en
desgracia, pues también lo ha detenido esta mañana Marco el de Bello hasta
salir para Molina. Lo peor de todo es que en ese coche iban el diputado á
Cortes Sr. Muñoz Nougués, el secretario del gobierno civil de Teruel, Sr.
Borrajo, y el contador de aquella diputación provincial. Es de creer que no les
haya sucedido más percance que el de la detención. El expresado Marco ha
pernoctado en los pueblos de Mazarete y Maranchon. En esto último pueblo sus
avanzadas se han encontrado con un oficial do la Guardia civil, Sr. Ramos, y 22
guardias que iban á sus órdenes, procedentes de Guadalajara. Los guardias,
comprendiendo que no era posible luchar con fuerzas tan numerosas, hicieron una
descarga y desaparecieron como por encanto. El Gobierno debe atender á este
país en cuanto sus numerosas obligaciones se lo permitan, en la inteligencia de
que en otro caso las facciones irán creciendo más y más como la bola de nieve,
cosa tan natural como que nadie ignora lo numerosos que son los carlistas más o
menos platónicos, en esta provincia, así como en las de Teruel y Cuenca.
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Así, con todas la acciones
propias de bandoleros llegamos hasta el 4
de Octubre de 1874, donde encontramos el siguiente artículo sobre una escaramuza entre la Yunta y Campillo.
La Discusión (Madrid.
1856). 6/10/1874, n.º 1.856, página 2.
Castilla la nueva. El brigadier García Reina desde Molina de Aragón
manifiesta, que a las diez de la mañana del 4 alcanzo a la facción Madrazo,
fuerte de 1000 infantes y 160 caballos entre la Junta y Campillo de Dueñas, a
la que derroto y puso en completa dispersión, causándole 27 muertos , entre
ellos un jefe y cuatro oficiales y haciéndoles 77 prisioneros, entre ellos
cuatro oficiales. Quedaron en poder de las tropas siete caballos, ocho monturas
y bastantes armas. Entre los prisioneros se halla el presbítero titulado el
Pacho.
Nuestras pérdidas han consistido en cuatro soldados heridos, dos
caballos muertos y siete heridos. Con referencia a un presentado se sabe que el
enemigo lleva muchos heridos.
A la pregunta de donde está
enterrado el Carlista, podemos encontrar la respuesta en el libro de sepulturas
de Tordelpalo. Con fecha 6 de Octubre de 1874, folio 29, encontramos una
entrada:
"Defunción de un hombre desconocido"
"En el lugar de Tordelpalo, Diocesis de Siguenza, Provincia de
Guadalajara, a seis dias del mes de Octubre del año mil ochocientos setenta y
cuatro. Yo D.Genaro Vega cura economo de la parroquial de N.Sra. de la Asunción
del lugar de Tordelpalo mande dar sepultura eclesiastica; con licencia expresa
del Señor [...] y del juez municipal al cadaver de un hombre desconocido; de
unos veinte años de edad, cuyo nombre y naturaleza se ignoran; habiendo sido
hallado en el término de este pueblo según declaración del señor alcalde"
[...]
Por el momento todas las piezas
encajan pero faltaba encontrar la piedra. En un golpe de suerte, el pasado 30
de Abril, Timoteo Pérez me manda un wasap diciéndome que ha encontrado la
piedra. Este 22 de Junio, tras una marcha con mucho calor, me llevo ante la
piedra.
Cruz en Anchuela del Pedregal |
Antes de mostrarla, quiero
incluir en este escrito la piedra de Simeon que hay en el camino de las cruces en Anchuela del Pedregal, y que en su grupo de facebook me permitió conocer algo de la historia, y
sobre todo porque tenía que llevarme tiza.
" RECUERDO
SIMEON Mºz (Muñoz)
25 [...] 1903"
Parece una costumbre hacer cruces
en aquellos lugares donde hubo un deceso violento. En este blog mejicano da una idea de su origen [http://www.nayaritenlinea.mx]
"Poner una cruz en el lugar donde una persona perdió la vida, es una forma
de recordarlo, de rendirle tributo,
[...] cuando una persona fallece en casa se le rinde tributo en el
panteón". Asimismo, en la novela El oro del Rey de las aventuras del capitán Alatriste, también cita las cruces en las calles para recordar alguna muerte violenta.
A continuación, unas fotos para
comprobar la dificultad de encontrarla y como la tiza nos muestra su verdadera
forma.
¿Sois capaces de reconocerla sin la tiza?
La Correspondencia de
España. 7/10/1874, n.º 6.153, página 3.
Hoy
recibimos noticias de Molina de Aragon de haberse sabido que en Cubillejos y
Prados redondos enterraron los facciosos cinco muertos de los que les causo la
columna reina, además de los 27 que quedaron en el campo. Habían llegado a
Molina dos heridos carlistas y nueve armas.