jueves, 2 de abril de 2020

El castillo


Publicada 2/4/2020
Actualizada 26/04/2020

Por unas razones u otras he descuidado este blog, y no se ha registrado ninguna nueva entrada desde el pasado Diciembre, a pesar de tener historias de contar. Muchas cosas han pasado desde la pasada Nochevieja: El nacimiento de Vera, la nevada espectacular que hubo el 21 de Enero y que supero los veinte centímetros en el pueblo, y alguna otra nevada suave este pasado mes de marzo. Comentar que el ayuntamiento de Molina nos ha dado una subvención a la asociación, por todas las cosas que entre todos estamos haciendo para mejorar el pueblo.

Detalle de la nevada de Enero, con el castillo al fondo (Fotografía Santiago M.)

Sin embargo todo ahora mismo está eclipsado por el bicho ... vamos para la tercera semana de confinamiento y aún no vemos el final. Pero como me dijo Isra, este agosto el bar de la asociación tiene que llenarse. Cuidaros mucho porque os esperamos a todos.

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El castillo es un topónimo de Tordelpalo que actualmente señala al montículo donde se ubica el depósito del agua. El origen del nombre es incierto y bien pudiera tener su origen en algún tipo de torre vigía que hubiera en la cima de la colina y que fuera transmitiéndose oralmente desde tiempos pretéritos, como muchos otros de los topónimos existente en cada pueblo. Quizá, el nombre "el castillo" pudiera ser más actual y hacer referencia a la casona, por tener paredes similares a una fortaleza. "La etimología de este pueblo, según el P. Berdoy, viene de que, cuando se fundaron las cuatro primeras casas, especialmente una, que tiene visos de palacio, y está en la orilla del pueblo, frente a la carretera (1886)" A esta última teoría podemos aportar que en 1921 la casa pintada se hallaba en la calle del Castillo 10, e incluso yendo más atrás en el Bop de Guadalajara 100 de Febrero de 1879, los electores Crispin Azpicueta y Timoteo "Jubrias" Orea viven en la calle Castillo 9 y 10 respectivamente.


Detalle bop Guadalajara
EL CASTILLO

Mi madre me contaba que el castillo estaba hueco y que tiempos atrás se había utilizado como vivienda. Años más tarde, cuando ya no vivía nadie, por la entrada que tenía se metió un cerdo y no pudo salir. A los habitantes de Tordelpalo les dio miedo por si se metía algún niño y le pasaba lo mismo y acordaron cerrar la entrada poniendo una piedra. Con el tiempo se abrió un agujero y según me explicaron alguien entró pero no sé más porque yo ya no estaba viviendo en el pueblo, seguro que alguien se acuerda y se puede animar a explicar más detalles, porque de esto no hace muchos años.   El agujero que se abrió era en el corral de casa de la tía Margarita.

Los niños siempre íbamos a jugar al castillo. Por la cuesta que daba a la carretera nos echábamos a correr y también sentados en unos trozos de serones, como si fueran trineos, los atábamos con cuerda y tirábamos de ellos.  Otras veces jugábamos a casas con las muñecas y nos íbamos a merendar allí.
 
Un día una zorra hizo cría debajo de un cabo y se quedó con el nombre del CABO DE LA ZORRA, que seguro que todos sabéis que está enfrente de la fuente.

Recorte de fotografía cedida por Alejandrina Orea,
en ella se aprecia la casona y el Castillo antes de añadir el deposito

Cuando era las ferias de Molina nos hacía mucha ilusión ir al castillo a ver los fuegos artificiales. También íbamos a contemplar las estrellas y los mayores nos decían los nombres de ellas, el lucero del alba, el camino de Santiago, las tres Marías, el carro, las tres mulillas…  y nos explicaban historias de la luna; luna llena y lucero en medio barranco lleno,  esto quería decir que llovía; Arco a la luna al pastor enjuga, que significa que no iba a llover.  Siempre acertaban la predicción del tiempo.

Desde el castillo también podíamos ver pasar los coches, que tengo que decir que en aquel tiempo eran escasos. Había un señor mayor que decía:… pasan carros sin caballos… “que no verán estas criaturas”.

También era un lugar donde las ovejas iban a pastar.


Fotografía con la casona, y el castillo al fondo, con el deposito. (Fotografía Santiago M.)

Había un día que el señor cura hacía allí la bendición a los trigos. No recuerdo el día pero puede ser que fuese el 1 de mayo. Ese día se enterraban unas cruces de cera, se hacían unas reverencias hacía cada termino, hacía el monte, Castellar, Molina, Prados Redondos… a las 4 direcciones y se enterraban las cuatro cruces… el señor cura se las daba a los hombres y ellos las enterraban en los hoyos.

Mi abuela me explicó que detrás de su casa se abrió un agujero y que metieron una vara y no se tropezaba con nada, lo mismo hicieron con una cuerda y tampoco había final. Si que observaban ruido de agua. El agujero lo cerraron, estaba situado en la última casa que hay cerca de la fuente, que está metida en el castillo.

En fin, para los niños y niñas de Tordelpalo el castillo era un sitio de recreo y yo lo recuerdo con muchísimo cariño.


Alejandrina Lopez Orea - Noviembre 2019.

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