lunes, 22 de febrero de 2021

El servicio militar (parte 1)

 Publicada 22/2/2021
Actualizada 1/4/2021

Ya ha salido en alguna otra ocasión alguna que otra foto de la mili, y es este un tema lo suficientemente extenso que nos permite introducir muchas fotografías e incluso el poder hacer diferentes capítulos sobre ella, en relación a destinos, cuerpo, vestimenta y época. No es mi pretensión profundizar en muchos detalles sobre la mili en sí misma, sino utilizarla como un argumento alrededor de una galería fotográfica.

En tiempos pretéritos, la mili era una de las pocas oportunidades para muchas personas de pueblos pequeños de tener ese recuerdo y compartirlo con la familia. 


Alrededor 1937. Nicolas Orea Martinez enfrente de la puerta de una iglesia sin determinar, pudiera ser la puerta de la iglesia de San Nicolás de Bari, en Zaragoza. 


Probablemente todo varón que haya hecho la mili tendrá hacia ella una serie de sentimientos encontrados. Es difícil no nombrar las amistades hechas y las múltiples anécdotas acaecidas para aquellos que pudieron contarlas. A muchos les permitió salir por primera vez de su lugar natal y conocer otras realidades a lo largo de la geografía del país. Algunos se quedaron cerca de casa y otros fueron enviados a lugares tan alejados como Cuba, Puerto Rico, Filipinas y las diferentes plazas Africanas, Sahara, Sidi Ifni, Protectorado de Marruecos, la Guinea, y las consabidas Ceuta, Melilla y Canarias. 


La constitución de Cádiz en 1812 fue la que estableció el servicio militar universal y obligatorio, que llamaba a defender la patria con las armas cuando fuera llamado por la ley. Esto era el espíritu de la norma, porque las clases altas tenían muchas posibilidades de libranza mediante un pago sumamente elevado al estado, o mediante la sustitución por otro soldado. No fue hasta 1912 cuando una nueva ley de reclutamiento desterrara privilegios. Cabe recordar la cantidad de conflictos bélicos que ha habido en España desde la guerra de la Independencia hasta nuestros día tanto en la península como ultramar. Entre otras las Guerras Carlistas, la independencia de las colonias americanas, la Guerra de Africa, Guerra de los diez años en Cuba, Independencia de Cuba y Filipinas, Guerra de Marruecos, Guerra del Sidi Ifni, la guerra civil y la no guerra del Sahara.

En el ejercito había que distinguir entre la tropa que era de reemplazo y los militares de profesión que constituían los mandos. El reemplazo de la tropa se efectuó durante mucho tiempo por sorteo en los diversos pueblos y afectaba a un quinto de todos los mozos en edad de ser soldados, entre 20 y 30 años, de ahí el nombre de quintas, aunque posteriormente se llamaba al número de soldados que se creía conveniente.

Las diferentes épocas y transformaciones de la sociedad han determinado diferentes tiempos de servicio. Esta duración fue variando desde su creación, tendiendo a reducir el tiempo de servicio activo y aumentando el tiempo de reserva. Así por ejemplo, entre 1856 y 1882 la  duración de servicio activo era de 4 años. En la ley general del servicio Militar de 1968 se estableció una distinción entre servicio militar obligatorio entre 15 y 18 meses y uno voluntario que tenía como ventaja elegir la región militar donde realizar el servicio, pero con una duración más larga, hasta 24 meses. A su conclusión en 2001 su duración se acortó hasta los 9 meses. Esta duración en tiempos de guerra o inestabilidad se alargaba, o se movilizaban forzosamente, por ejemplo, con los conocidos popularmente como "la quinta del biberón".

En la actualidad, para todos aquellos que crean que la mili esta derogada, el Real Decreto 383/2011 dice que todos los españoles tienen el derecho y deber de defender a España y clasifica los reservistas en:

  • Reservistas voluntarios. 
  • Reservistas de especial disponibilidad
  • Reservistas obligatorios: Los españoles comprendidos entre los 19 y 25 años, que sean declarados como tales por el gobierno de acuerdo con la ley.

En el pueblo

Aunque las leyes de reclutamiento fueron cambiando con los años, podemos citar el papel de los ayuntamientos e instituciones eclesiásticas, para elaborar la listas de los mozos, sus datos de filiación e incluso el sorteo.

"El sorteo se realizaba a puerta abierta, ante el Ayuntamiento y en presencia de los interesados. Se leía el alistamiento rectificado y se escribían en unas papeletas iguales, los nombres de los mozos. En otras papeletas también iguales se escribían con letras tantos números como mozos había que sortear. Las papeletas se introducían en bolas iguales y éstas en dos globos (uno para los nombres y otro para los números). Una vez removidos los bombos (o globos) la extracción se verificaba "por dos niños que no pasen de la edad de 10 años"

Desde 1842, Tordelpalo es una agregado de Anchuela, y por lo tanto es en este ayuntamiento donde se procede con los tramites. La mili siempre causo un trastorno en las familias que veían como un hijo los dejaba durante mucho tiempo, quitándoles una mano de obra esencial en las economías familiares. También dependiendo de la conflictividad de la época, ir al mili podía suponer pocas esperanzas de volver, y en consecuencia había deserciones. 

Así en 1875, en el BOP de la provincia de Guadalajara número 41, encontramos el siguiente anuncio.

"GOBIERNO MILITAR DE LA PROVINCIA DE GUADALAJARA

Los Alcaldes de los pueblos de esta provincia, procederán á la busca y captura del soldado desertor del batallón provincial de Guadalajara, Patricio Juberías Peco, cuya copia de la media filiación se inserta á continuación.

Guadalajara 1 de Abril de 1875.

[...]

Media filiación.

Patricio Juberias Peco, hijo de José y de Antonia, natural de Tordelpalo, parroquia de la Asunción, Ayuntamiento de Tordelpalo [...] Juzgado de primera instancia de Molina de Aragon, provincia de Guadalajara, Capitania general de Castilla la Nueva, nació el 17 de Marzo de 1846, de oficio labrador, edad 28 años 3 meses 13 dias, su religion C.A.R., su estado soltero, sus señales estas: pelo rojo, cejas id, ojos azules, nariz regular, barba id., boca idem, color bueno, señas particulares ninguna."

Este año 1875 se encuentra comprendido dentro de la tercera guerra Carlista, que tuvo especial incidencia por los alrededores de Molina de Aragón y sobre la cual hicimos un relato bajo el titulo "La cruz del Carlista".

Siguiendo con el mismo años, en un recorte de la prensa militar, también se manda orden de captura y remisión al gobernador civil para cubrir sus plazas en las reservas.

"AYUNTAMIENTO CONSTITUCIONAL de Anchuela del Pedregal

[...] que sean destinados a cubrir sus plazas en las reservas a que cada uno corresponde, cuyos mozos, sus nombres y señas son las que a continuación se expresan.

Anchuela del Pedregal 27 de Marzo de 1876. El Alcalde, Cipriano García

Señas de los individuos

Atanasio Barra Torres, hijo de Pablo y de Paula, natural de este pueblo, pequeño de 23 años de edad, pelo rojo, ojos melados, nariz regular y viste al estilo del pais, corresponde a la primera reserva del año del 1874

Fermin Muñoz, hijo de Jacinto y de Eugenia Garcia, natural de este pueblo, de 20 años de edad, estatura corta, algo moreno, su caracter algo bajo; viste calzo de paño negro y albarcas, corresponde a la segunda reserva de Mayo ultimo pasado

Aquilino Juberias Voyre, natural del agregado Tordelpalo, hijo de Timoteo y de Marta de 20 años de edad, estatura regular, rojo y viste como el anterior, corresponde a la misma reserva.

Etanislao Lopez Diaz, hijo de Mariano y de Jerónima, natural de dicho agregado, de 20 años, estatura alta, delgado, un poco descolorido y pertenece a la misma reserva que los anteriores.

Patricio Juberias Peco, que deserto despues de entregado en Caja, hijo de Jose y de Antonia de dicho agregado.

Gabricio Barra Garcia, hijo de Francisco y de Cecilia, natural de Anchuela, de 25 años, grueso, perlo negro y nariz abultada.

Antonino del Rey Vega, hijo de Santiago y de Agustina, natural del agregado Tordelpalo, estatura regular, de buen color, corresponden los dos a la quinta de 125000 hombres.

Wenceslao Adan Peco, hijo de Franciso y de Antonia, natural del dicho agregado, de estatura corta y fornido.

Isidro Garcia Martinez, natural de este pueblo, hijo de Julio y de Anastasia, alto, moreno y bastante cejudo, todos viste al estilo de este pais; estos dos ultimos corresponden a este ultimo alistamiento."

En un momento donde no existían las fotografías, (la más antiguas que publicamos son de principios del siglo XX), estas descripciones físicas eran lo único que había, junto a los datos de filiación, padre, madre y las indicaciones de las autoridades del lugar, alcalde y eclesiásticas. Estas medias filiaciones fueron siendo más exhaustivas, como podemos comprobar al ver los detalles de la cartilla militar de Severino Orea en 1931. En ella podemos ver como se describía a una persona en función de varias características y a discreción del ojo que lo veía.


A pesar de las penurias que podría conllevar, la mili creó en las poblaciones rurales todo un folclore de costumbres, canciones y promesas de amor, así como un empoderamiento de aquellos que iban  a "la mili a hacerse hombres". 


Fotografía de estudio en Molina, aprox. año 1943, con varios quintos de Anchuela después de tallarse, Victoriano, Simeón, Laureano, Segundo y Cirilo.

En este punto Alejandrina lo recordaba de esta forma.

"Otra de las costumbres era que cuando los mozos se iban a la mili la noche de antes salían de ronda con las guitarras y con los instrumentos que tuvieran, laud, bandurrias… iban casa por casa para pedirles a los padres permiso para que dejaran salir a las hijas al baile,  se comprometían que se portarían bien y que no beberían demasiado y después acompañarían a las mozas a casa y tengo que decir que cumplían con su palabra. En las casas solían dar dinero al que se iba a la mili. Aquella noche era la despedida del mozo.  Al otro día todos íbamos a despedirlos.  Era un drama, parecía que se iban a la guerra, todos llorando. Esto pasaba en los pueblos. Después cuando venían también de celebraba. Así que por despedida o por recibimiento siempre estábamos de celebración. 

Algunas de las cosas que nunca se olvidan es cuando los mozos venían de la mili de permiso o licenciados siempre nos traían caramelos, uno de los que más recuerdo  era de Marcelino que fue muy generoso, los niños en cuanto nos enterábamos que habían venido todos íbamos a la casa así que ya venían preparados.

Galería de fotografías

Esta es una galería de fotografías sobre la mili atemporal y abierta a incluir fotos que tengan alguna relación con Anchuela, Tordelpalo o Novella.


1934. Severino Orea Azpicueta, con el uniforme del regimiento de infantería 19 Galicia con sede en Jaca. Podemos observar el número de regimiento en la prenda de cabeza y aunque no se divisan muy bien, los emblemas de infantería sobre el cuello de la guerrera. Destacar los correajes en cuero y hebilla para el ceñidor, así como la colocación de la gorra ligeramente ladeada.


Años 30. A la izquierda de foto Vicente Martínez Segovia con un compañero de la zona de ¿Prados Redondos?. Lugar de la foto desconocido, aunque estuvo en Castillejos en Zaragoza. Una de las cosas más curiosas es poder ver el calzado típico del país, que no está cubierto por polainas y el gorro de borla cuartelero tipo plátano.


Alrededor 1937. Nicolás Orea Martínez.  Hizo la mili en 1931 y fue posteriormente movilizado en el regimiento de Pontoneros.



Alrededor 1942 Vidal Orea Lopez. Hizo la mili en Canfranc estación. La foto de estudio está realizada en Jaca. En su uniforme ya no se identifica el número de regimiento de infantería, pero se divisa claramente este emblema en el gorro tipo cuartelero y solapas de la guerrera.


1946. Gabriel Orea Orea en una foto de estudio. Estuvo destinado en Jaca y el emblema parece de infantería. El ceñidor en cuero negro con un emblema del ejercito de tierra en dorado.


Años 50. Florentino L., quinta del 54 a la derecha de la foto. Hizo la mili en Zaragoza, primero el campamento en Valdespartera y el resto en el cuartel de caballería de Torrero. Las fotografías junto con algún tipo de armamento son muy típicas. Debajo de la ametralladora otro elemento característico, una  manta de campaña hecha de lana del ejército español.


1961. Fortunato O.  con el traje de aeródromo en la base aérea de Getafe. Las únicas identificaciones del ejército del aire se pueden ver  en su clásico gorro de aviación y rokiski sobre fondo rojo en las solapas de la guerrera. Al fondo con toda probabilidad un avión mono hélice HA-1109.







 1962. Restituto M. con 18 años, enfundado con su traje del ejército de Tierra. Estuvo en el regimiento de artillería antiaérea n.71 en Madrid. Sobresale la hebilla del ceñidor dorado y coronado como el actual, y en donde la cruz tenía un vistoso color rubí. En la solapa del chaquetón 3/4 se observan los emblemas de artillería y las trinchas en cuero.



José Segovia. Un artillero en traje de faena. Estuve en el regimiento de artillería número 71, campamento Madrid, en la compañía de tiro. Por este regimiento han pasado muchos del pueblo, yo me fui voluntario.



1989. Jesús O. reemplazo 4/88 de automóviles, grupo de transporte en Zaragoza, con el traje de Tierra en color liso verde-caqui, antes que llegarán los mimetizados. Sobre el bolsillo izquierdo la galleta identificativa de rango y cuerpo. En ese tiempo la mili duraba 1 año. El cordón rojo sobre el hombro derecho era una prenda no oficial que indicaba la veteranía y se iba pasando del individuo que se licenciaba a un colega  del siguiente reemplazo.


1997 Luis Miguel P. reemplazo 3/96 en el ACAR El Frasno, Escuadrón de Vigilancia Aérea nº1, y vistiendo el traje de faena. En el sobresalen la clásica prenda de cabeza y cinturón de hebilla metálica con el rokiski, junto con el pañuelo al cuello. Detalle de taquillas y literas de un clásico pabellón.

Referencias

Quintas y servicio militar: Aspectos sociológicos y antropológicos de la conscripción (Lleida, 1878-1960). Fidel Molina Luque

Historia de España. Vicens Vives. Bachillerato.

https://prensahistorica.mcu.es/es/inicio/inicio.do

 Alejandrina López Orea

Fotografías de vecinos.


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