sábado, 26 de octubre de 2013

Rehabilitación de las escuelas

No nos lo creíamos cuando lo vimos publicado este verano, pero parece ser que algo se mueve ...


Como se ve, han forrado las paredes de pladur, y el techo es desmontable.



Bastante lío para darle una nueva imagen a las escuelas. Solo espero que la mesa de ping-pong y otras cosas, hayan sobrevivido. :-)





Bueno aún falta una capa de pintura... pero tiene buena pinta.




Seguiremos publicando ...

domingo, 6 de octubre de 2013

Cofradia del Santísimo Sacramento de Tordelpalo

A esta «Cofradía del Santísimo Sacramento» de Tordelpalo, la llamaban, más desnudamente, la hermandad: vocablo que expresa la quintaesencia y superación de la comunidad.

La sociedad es ligamiento recíproco, y voluntario, entre hombres, sostenido por el interés. La comunidad, la toma de conciencia y la estructuración formal de relaciones creadas por la naturaleza. La hermandad, en fin, la comunidad basada en el más hermoso vinculo real: la común filiación del hombre respecto a Dios. Lo que la hace algo vivo, que se mueve en el campo de las realidades, frente al estéril sentimiento, tan solo de la fraternidad revolucionaria.

[...]

A la hermandad pertenecían, de hecho todos los hombres del pueblo. 

Fue creada, en fin el más alto -en recta jerarquía de valores-, para honrar al Sacramento de la Eucaristía: Su fiesta (en la que, como flecos profanos, habría danzas, limonada, camisas blancas y chaquetas de pana negra; rubor en mejillas mozas) se había fijado en la Octaba del Corpus Christi.

La única obligación externa de adoración consistía en asistir los domingos terceros de cada mes a la Minerva, Santa Misa con exposición del Santísimo. Quien la infringía venía obligado a pechar con una cantidad, que fue midiéndose en las diversas monedas, y últimamente en dos y luego cuatro reales. Lo obtenido de estas "sanciones" y de las cuotas de los hermanos tenía doble destino: o cera para el culto [...] o bien en atenciones de los que "lo han de menester". Lo que -esto último- valía de decir: en comprar algunas horas de pacifica siesta del carnero, en la solana, para los labradores a quienes la edad robó ya el vigor para el trabajo. 

Como vertiente temporal, de pie forzado, del culto divino, había el amor, en obras al prójimo. Si un hermano enfermaba, los demás salían a sus predios (llamados "pedazos") los domingos para hacer las faenas que cumplían a la época: levantar rastrojeras, binar barbechos, estercolar y sembrar, escardar o hacer la siega, el sol abrazando con pasión los lomos. [...]

Sobre ello, el hermano mayor ponía a disposición del enfermo a dos hermanos que llamarán al médico y atendiesen los quehaceres ordinarios de la casa. Y, más adelante, si se abocaba el trance último, el propio hermano mayor recogía el certificado y abría la sepultura, porque nadie interfiriese con el dolor por amor que deifica a los hombres de los familiares. 

Me escribe un cura (de quien, en largas horas compartidas, he aprendido la alegría de vivir en paz: el "beatus ille" del animo no codicioso de la renuncia). "ahora subsiste la hermandad, pero ya sin vida ni espíritu".

[ABC-25.02.1966-pagina 047 ]

No me queda claro, si la hermandad  sindical de Labradores y Ganaderos fue una continuación de la arriba expuesta, pero en vista de la población habida, muy probablemente.