viernes, 14 de junio de 2019

Frutos y plantas medicinales

Publicada 14/6/2019
Actualizada 14/6/2019


He aquí que nos encontramos de nuevo en la puerta del verano, con muchas cosas por hacer, para que tengamos un buen verano con sus fiestas. Aquí os deja el enlace para descargar el programa provisional de fiestas.


Intentamos ceñirnos lo mas posible a un presupuesto. Se intenta que sea una tarea colaborativa, y los "beneficios" (pingües), de fiestas o del bar son revertidos en el pueblo, bien mediante compra de material, mantenimiento o mejoras que están al alcance del presupuesto. Este año se ha pagado la sustitución de la puerta del cementerio.

Desde esta ventana damos voz y visibilidad a Tordelpalo, y todos sois invitados a poder escribir ... y contar historias del pueblo o su entorno. Aquellas donde se pueda investigar un poco, intentaremos obtener más información, para acompañarla con más datos o referencias.

El proyecto de las fotografías antiguas sigue en pie, aunque un poco estancado. Tendremos aproximadamente unas 70 fotos que pueden ser elegidas, junto con historias que han sido publicadas aquí. Sin embargo, serán necesarias más fotografías, y más tiempo para poder hacer algo digno.

Aquí os pongo más relatos de Alejadrina. A mi me hacen reflexionar sobre muchas de las cosas que podemos perder si no cambiamos entre todos y hacemos más por reducir la basura que producimos. 

LA LIMPIEZA DEL PUEBLO

El alcalde convocaba a todos los hombres por medio del alguacil o pregonero que tocaba la trompeta y decía: “Por orden del señor alcalde se hace saber que mañana por la mañana se presenten todos los vecinos en la casa del lugar…” y allí quedaban de acuerdo con el asunto que fuera.

Uno de los acuerdos que se celebraba en la Casa del Lugar era la limpieza del pueblo, ésta se hacía todas las mañanas, a cambio de una cantidad de dinero y del estiércol recogido. El que salía elegido realizaba la limpieza de las calles, recogía los excrementos de los caballos, ovejas, etc., y se lo quedaba para el abono sus fincas.  

El último pregonero que recuerdo fue Timoteo Pérez que era de Prados y se casó con Leona López de Tordelpalo. Era muy buen hombre y muy trabajador.

El alguacil también tenía la función de anunciar la llegada de comerciantes al pueblo (fruta, vajilla, pescado…).


LAS HIERBAS MEDICINALES DE TORDELPALO

Ahora es cuando soy consciente que los campos estaban llenos de hierbas curativas. Por la Solana de la zarza, frente a Valdeliebres, la ladera estaba llena de orégano, que no le dábamos importancia y se lo comían las ovejas. El tomillo estaba en todas las lomas y es beneficioso para las infecciones, la manzanilla estaba en la cañada y ésta si que íbamos a cogerla en las fecha de San Pedro porque era cuando estaba granada, se utilizaba para los cólicos y para el hígado. Abundaba el cardo mariano que actualmente tiene mucha fama. La simiente de los ababoles (amapolas) ahora se puede ver en apreciados panecillos. Había también mucho cantueso  en la zarza de la solana en el linde de la solana de la zarza de Castellar y a la entrada del monte encontrábamos la maría luisa que es un hierba muy digestiva. En las piedras de la Solana se hallaba el té de roca.

Mi madre siempre tenía una bolsa con hierbas y en cada una ponía para que servía.  Las piñas eran buenas para el dolor del costado y la arnica la secaban y era para las inflamaciones aunque si se utilizaba recién cogida era para hacer ungüentos. La hierba de la cortada era para que la heridas cicatrizaran, la cortada es como los ababoles pero más pequeña. El sabuco se utilizaba para el dolor de muelas y el árbol lo podías encontrar en el Gavilán, las ramas se quemaban y el humo era el que aliviaba el dolor de muelas.

Estas son las plantas que recuerdo pero habían muchas más que se me han ido olvidando 

FRUTOS SILVESTRES

Cuando llegaba el mes de octubre las moras estaban en todo su apogeo e íbamos a cogerlas con una cesta y una garrota que nos servía para alcanzar las ramas más altas y poder cogerlas con más facilidad. Habían muchos zarzales particularmente en el prau y en la cañá. Habían veces que llenábamos las cestas, si llovía habían muchas más y daba gozo ver las zarzas de color rojo y negro.

Gamones
A veces también cogíamos endrinas y las poníamos en sal y agua hasta que se ponían blandas, a mi me gustaban mucho pero nuestros padres nos las tenían prohibidas porque nos podían dar cólicos. 
Las teníamos escondidas y aun nos sabían mejor por comerlas a escondidas. 

Las majuelas y gayubas eran otros de los frutos silvestres que nos gustaba coger y también las bellotas de carrasca que eran muy buenas. Las bellotas de rebollo que estaban más amargas las cogíamos para dárselas a los cerdos, cogíamos muchas,  llenábamos talegas y las cargábamos en la borriquilla. A los cerdos se les daba una buena ración en cada comida y les gustaban mucho. 

Los gamones también se les daban a los cerdos, primero los cocían y mezclaban con harina de cebada y centeno e íbamos a molerlo a un molino que había cerca de Chera. Si los hombres no podían ir al molino nos enviaban a los niños y lo nuestro pasábamos para poder acarrear el peso. 



Bellota de carrasca

Bellota de rebollo
Majuelo de al lado de la cerrada del cura