martes, 30 de abril de 2019

Los mayos, coplas, amores y pedida de mano


Este Abril, no se volverán a hacer los mayos, como tampoco pudimos recuperar el judas de Semana Santa, este motivado por el tiempo tan lluvioso que hizo honor al conocido refrán "en abril, aguas mil".  A pesar de ello, el pueblo estuvo repleto de muchachos y muchachas, y gentes venidas de todo el territorio.

Quiero incluir en este capítulo una serie de vivencias que van relacionadas con el cortejo de una u otra forma. Sirva este altavoz para saber de ello y para traer a la memoria de aquellos que aun se acuerden de ello.

Los mayos son una celebración conocida en amplias regiones de España, aunque a mi persona únicamente vienen los conocidos mayos que se celebran en la vecina comarca de Albarracín. En la página www.bronchales.es describe lo siguiente "Servían para celebrar la llegada de la primavera y era también una forma de romper el hielo entre mozos y mozas en épocas pasadas. Primero se hacia un sorteo y a cada mozo le tocaba una moza del pueblo para rondar. [...] Las estrofas van variando levemente según la localidad pero tienen en común alabar las virtudes de la mujer".  Ellos forman parte de lo que denominamos cortejo, presente en muchas especies de animales, pero que en los humanos ha llegado a un grado de complejidad máximo. También en Tordelpalo se hacían los mayos, tal y como me lo narró y cantó Josefina y  muchas otras cosas que el paso de tiempo borró. Alejandrina y su equipo de redacción también nos recuerdan otros momentos que son parte de ese parte de este ritual de la vida, que empieza con el cortejo, el noviazgo y los preparativos de una vida en común.

Los mayos


Cada 30 de Abril se hacían los mayos. Ese día iban los mozos a rondar las mozas y les cantaban los mayos. En realidad es una misma canción donde al final se desvela el emparejamiento del mozo con la moza. El mayo era cantado por todos los que iban en la ronda, e iban acompañados de guitarras y laúd. Se solía hacer por todos los pueblos de alrededor, pero cada uno en su pueblo, porque si iban a otro pueblo "malo". (ya se sabe lo que pasaba si ibas a otro pueblo).

Al otro día se bailaban juntos, iban a pedir por las casas, unos les daban huevos y otras cosas, hacían una merendola gorda y así pasaban el día los mozos y las mozas.

Tengo 82 años, y recuerdo esto con unos 27 años. Esto se dejo de hacer, porque cada vez había menos mozos, uno que no tocaba, otro que no tenia instrumento, otro que se iba a la mili, se fue dejando.


Ya ha llegado el 30 del abril cumplido
alegraos damas, que mayo ha venido.

Ya ha venido Mayo, por esas cañadas
bendiciendo trigo, avena y cebada.

A cantar los mayos, señores venimos
y para cantarlos licencia pedimos.

Los señores callan y no dicen nada
entonces la licencia la tenemos dada.

Esa es tu cabeza, es tan redondita
que en ella se forma, una margarita.

Ese es tu pelo, son hebras de oro
que cuando te peinas se te enreda todo.

Esa es tu frente, es campo cupido
donde se pasean, tu amor con el mío.

Esas son tus cejas, tan rearqueadas
que son arcos del cielo, y el cielo es tu cara.

Esos son tu hombros, son dos escaleras
para subir al cielo y bajar por ellas.

Esos son tus pechos, son dos fuentes claras
donde yo bebiera si tú me dejaras.

Esa es tu cintura, tan fina y delgada
que parece un junto, criado en el agua.

Ese es tu vientre, más que una arboleda
que a los nueve meses cría fruta nueva.

Esos son tus muslos, son de oro macizo
donde se sostiene, todo tu edificio.

Ya hemos llegado a partes ocultas
no diremos nada, si no nos preguntas.

Si quieres saber Josefina, el mayo que te ha caído
Florentino tiene por nombre, López por apellido.

Josefina Martínez del Rey
Tordelpalo 2018


Coplas

En el año 2014 incluí unas coplas extraídas de un libreto recopilatorio sobre folclore, "Coplas etnográficas del Señorío de Molina", cuyo autor José Sanz y Díaz fue un escritor y periodista  nacido en Peralejos en 1907. Su propósito, conservarlos en forma escrita para que no desaparecieran. "Al desaparecer -con la radio, la televisión, las cintas grabadas y los nuevos gustos de la juventud- las antiguas rondallas molinesas, ya no se oyen en las noches de luna tales cantares a los acordes de guitarras, bandurrias, laudes y acordeones, pero todavía perduran sus ecos en la memoria de las gentes ancianas por las montañas de Sierra Molina y el resto del Señorío".

Creo que es justo volver a hacer referencias a ellas. 

Si pasas por Tordelpalo
pregunta por la Juanita,
por Carmen, la de los Golles,
y por Eulogia la Pita.


Las mozas de Tordelpalo
han tomado la costumbre,
cuando se van a dormir
de mearse en la lumbre.

También incluyo aquí una cantá, quizás incompleta de la abuela de Montse, Julia,  que rescate de una cinta de vídeo, y que quizás fuera de Valhermoso.

Telesfora si me adoras dame un beso
que yo no se todavía lo que es eso
me figuro que el besar, no debe ser pecar,
sino la prueba de amar y con exceso

y el tiempo es oro...

Telesfora si me adoras dame un beso
que yo no se todavía lo que es eso
me figuro que el besar, no deber ser pecar

sino la prueba de amar y con exceso.


Día de San Pedro 29 junio

Otra de las costumbres el día 29 de junio, día de San Pedro era que los mozos les ponían ramos en las ventanas a las mozas y a sus enamoradas, normalmente eran ramos de los chopos. Se ponían por la noche y por las mañanas las mozas los encontraban y si tenían ramo es que tenían algún enamorado…. Todo hay que decir que todas las ventanas estaban llenas de ramos…. En la entrada de la iglesia también se ponían ramos haciendo arcos y echaban menta y hierbabuena, desprendían muy buena olor. Por cierto a mí un año me dieron en mano un ramo de cerezas ya que si lo hubiera dejado en la ventana hubiesen desaparecido todas las cerezas.  El ramo me lo trajo desde Calatayud, era muy grande y con muchas cerezas y me hizo muchísima ilusión.

Relatado por Alejandrina López Orea
L’Hospitalet, Barcelona 2 marzo de 2019


Pedida de mano

Otra costumbre era que cuando los mozos y mozas querían formalizar la relación, el chico iba a casa de la chica a hablar con los padres, particularmente preguntaba por el padre para que le diera permiso para entrar y trasmitirle las intenciones que llevaba para con su hija y también en presencia de la madre y de la novia. Si a todos les parecían bien y estaban de acuerdo era cuando se fijaban las fechas juntándose  las dos familias para acordar detalles y empezar a arreglar papeles, buscar casa, hablar con el señor cura. El cura se ocupaba de echar las amonestaciones: un domingo se hacía la primera, que consistía en la comunicación a todos los vecinos durante la misa.

Al lunes siguiente las familias iban a Molina a comprar las joyas (anillos, cama, mantas, muebles y lo que se necesitaba con más urgencia). También se compraban los vestidos y los zapatos. El novio le compraba a la novia vestido o vestidos para el día de la boda y la novia le regalaba la camisa y la corbata. La pareja también compraba el ramo de azahar, uno para cada uno, se lo ponían en la solapa, eran las flores de los espinos que eran muy pequeñitas y les llamaban rosas de azahar.  Había también otra ramo grande que la novia llevaba en la mano.

Al domingo siguiente echaban la segunda amonestación y aquel día lo celebraban las dos familias juntándose a comer y quedaban para hacer la hijuela que era lo que cada familia aportaba para la pareja, por ejemplo, dinero, fincas, animales, ropas … Las chicas solían tener sabanas y ropas ya preparadas desde su niñez, el ajuar. En la segunda amonestación se hacia una pequeña fiesta, se daban cañamones, tortas de manteca que se hacían en el pueblo, vino.

Después cada familia por su lado hacía sus invitaciones y comunicaban las fechas de la boda. Iban a las casas a hacer la invitación o si se encontraban por la calle también se aprovechaba el momento para hacer la invitación. La fecha se escogía a partir de la tercera amonestación.

La víspera de la boda se ponían las mesas, sillas, vajilla y todos los enseres necesarios para la celebración. Pienso que todo el pueblo participaba de alguna manera aportando manteles, servilletas… había vajilla de todas las familias.  En la boda no podían faltar las cocineras y los músicos.

Nada más salir de la Iglesia los invitados se dirigían  a la casa donde se celebraba y  se repartía chocolate y después se seguía con la comida y el baile al finalizar ésta.

Al día siguiente los invitados iban a buscar a los novios para lavarlos en la fuente, a veces los llenaban de hollín y charquín (barro negro)

A mi hermana Plácida y a su marido Vicente incluso los subieron a un burro y los llevaron espalda con espalda, uno mirando cabeza del animal y otra la cola, a dar un paseo por el pueblo.

Relatado por Alejandrina López Orea 


Hijuela. Cosa que procede de otra principal y que está relacionada con ella.
"la escritura surgió por el deseo de dar permanencia a los mensajes humanos, y el libro, su hijuela, para que estos pudieran trasladarse con facilidad y los leyeran los interesados"

Aquí están un par de detalles de una hijuela. En ella se van desgranando y valorando todas y cada una de las cosas que se entregan a la dote de la novia, que van desde algún heredad hasta utensilios de uso cotidiano. También en ellas se acompaña y valora lo que también aporta el novio, e incluso familiares.





amonestaciones: Notificación pública que se hace en una iglesia de los nombres de las personas que se van a casar, para que, si alguien conoce algún impedimento, lo haga saber.

jueves, 4 de abril de 2019

Costumbres de Semana Santa


Nos acercamos a la semana santa, y con ella nuestros mayores siguen arraigando costumbres que tomamos como típicas del lugar y las fechas. Otras sin embargo aunque en la memoria perduran han caído en desuso y en el olvido. Sirva estos recuerdos de Alejandrina y otros que he rescatado de una publicación de 2016 para que sigan perdurando.



COSTUMBRES DE SEMANA SANTA


Otra de las costumbres cuando iba a llegar la Semana Santa eran los ayunos y vigilias. No se podía comer carne y para no pecar había que sacar dos papeletas: “la bula y la cruzada” que los vendía el señor cura lo que no recuerdo es a como las cobraba. Yo esto nunca lo llegué a entender, si las comprabas y comías carne estabas libre de pecado.



Otras costumbre era que las mozas después de oír misa cogíamos un crucifijo y una cesta y nos íbamos casa por casa a pedir lo que nos quisieran dar. La mayoría nos daban huevos y en  algunas casas dinero. Si veíamos a alguien por el pueblo que nos podía dar algo nos acercábamos y le cantábamos: “Échate mano al bolsillo mozo, mozo no seas cobarde que somos las del santísimo que pedimos para alumbrarle”

Luego cuando se acercaban las fechas íbamos las mozas a Molina y vendíamos los huevos y con el dinero que habíamos recogido comprábamos las velas. Esto lo hacíamos todos los años, era una costumbre arraigada de muchos años atrás. El día que íbamos a Molina, comíamos allí y ya al paso nos comprábamos las famosas y tradicionales “patas de vacas” que eso no nos los podíamos perder, era con el dinero del santo pero sin abusar, no comprábamos más de dos para cada una. Al  igual que nosotras también bajaban mozas de  otros pueblos y también solían bajar los mozos, así que pasábamos un día divertido.

JUDAS

Recuerdo bien la celebración de Judas ya que año tras año los mozos hacían el Judas y lo colgaba en un árbol que había delante del horno de la Justa. Era un árbol muy grande, alto, redondo y con un tronco muy recio, también tenía un hueco que cuando éramos pequeñas nos metíamos en él o escondíamos cosas. Al Judas lo colgaban allí y siempre había ropa para vestirlo, pantalones, zapatos o alpargatas… se le vestía de pies a cabeza, incluso el último año se le puso sombrero. Un año le pusieron una camisa de la tía Engracia que la mujer la tenía tendida para que se le secara y se la quitaron a pesar de que también iban sus hijos Urbano y Emilio, otros mozos que aquel año estaban eran Pedro López, Máximo, Vitoriano, un agostero que tenía el tío Nicolás que se llamaba Emilio, dos que tenía el tío José del Rey que uno se llamaba Vicente y era Teroleja y el otro era Pedro y le apodábamos Jápila, éste se casó en Anchuela.  Aquel año cuando entramos en la Iglesia todo parecía que iba bien pero cuando fuimos a la procesión, el Judas tenía un palo puesto como si fueran sus partes fuera, el cura cuando lo vio lío una de las grandes broncas, en aquel entonces el cura era Don Evaristo. Los mozos desaparecieron y la bronca la recibimos todos los demás. Aunque después a los mozos no les pasó nada porque el señor cura tampoco estaba libre de pecado ya que estaba liado con una moza de Castellar. El nombre de la moza de Castellar lo vamos a omitir porque posteriormente se casó e hizo su vida. Todo el mundo se enteró porque a la moza en cuestión le quitaron del bolsillo una carta de amor que el cura le había escrito. De esa carta se hicieron muchas copias y se repartieron. Creo que todavía conservo una de ellas.

Aquel fue el último año que yo recuerdo que se hiciera el Judas. Otros años también se había colgado al Judas en un árbol que había en la puerta de la Iglesia y luego se llevaba a arrastras hasta que lo quemaban. Los niños lo pasaban muy divertido arrastrando al Judas por el pueblo.



EL MONUMENTO


Del monumento recuerdo que lo ponían en medio de la Iglesia, me figuro que representaba la muerte, era como una tela negra con el dibujo una calavera y a los lados ponían  unas velas muy grandes que les llamaban “las hachas”.






OTROS RECUERDOS (2016)

“El día de Jueves Santo se comía normal, no se hacía ninguna cosa distinta salvo torrijas. El día de Viernes Santo se comían garbanzos, bacalao, huevos verdes y torrijas,  para cenar migas con aceitunas. Había que ayunar, desde por la mañana hasta comer, y desde comer hasta cenar, no podías comer entre horas. Y las torrijas de rigor, en todas las casas del pueblo, en algunas casas también buñuelos con miel”.

“Los mozos hacían un Judas y lo colgaban con una cuerda, y ahí permanecía colgado hasta que pasaba la procesión. Después lo descolgaban y lo quemaban”

“El calvario se daba la vuelta por el Pajarón, salíamos por el camino de Aldehuela hasta el camino que sube a las eras y por allí se daba la vuelta al Pajarón hasta salir a coger el  camino a la iglesia”.

“El Domingo de Pascua después de la misa, salía en procesión el niño Jesús portado por los hombres por la salida de la plaza y la Virgen portada por las mujeres por la salida del horno viejo,  el encuentro se producía  en la esquina del camino de aldehuela con la calle de la fuente… la Virgen que iba con un paño en la cara era desposeída del mismo con un bandeo preciso, la bandera solía llevarla Emilio Díaz y luego proseguían las imágenes la procesión juntos por la cuesta del horno hasta la Iglesia donde terminaba la misma.”