jueves, 4 de abril de 2019

Costumbres de Semana Santa


Nos acercamos a la semana santa, y con ella nuestros mayores siguen arraigando costumbres que tomamos como típicas del lugar y las fechas. Otras sin embargo aunque en la memoria perduran han caído en desuso y en el olvido. Sirva estos recuerdos de Alejandrina y otros que he rescatado de una publicación de 2016 para que sigan perdurando.



COSTUMBRES DE SEMANA SANTA


Otra de las costumbres cuando iba a llegar la Semana Santa eran los ayunos y vigilias. No se podía comer carne y para no pecar había que sacar dos papeletas: “la bula y la cruzada” que los vendía el señor cura lo que no recuerdo es a como las cobraba. Yo esto nunca lo llegué a entender, si las comprabas y comías carne estabas libre de pecado.



Otras costumbre era que las mozas después de oír misa cogíamos un crucifijo y una cesta y nos íbamos casa por casa a pedir lo que nos quisieran dar. La mayoría nos daban huevos y en  algunas casas dinero. Si veíamos a alguien por el pueblo que nos podía dar algo nos acercábamos y le cantábamos: “Échate mano al bolsillo mozo, mozo no seas cobarde que somos las del santísimo que pedimos para alumbrarle”

Luego cuando se acercaban las fechas íbamos las mozas a Molina y vendíamos los huevos y con el dinero que habíamos recogido comprábamos las velas. Esto lo hacíamos todos los años, era una costumbre arraigada de muchos años atrás. El día que íbamos a Molina, comíamos allí y ya al paso nos comprábamos las famosas y tradicionales “patas de vacas” que eso no nos los podíamos perder, era con el dinero del santo pero sin abusar, no comprábamos más de dos para cada una. Al  igual que nosotras también bajaban mozas de  otros pueblos y también solían bajar los mozos, así que pasábamos un día divertido.

JUDAS

Recuerdo bien la celebración de Judas ya que año tras año los mozos hacían el Judas y lo colgaba en un árbol que había delante del horno de la Justa. Era un árbol muy grande, alto, redondo y con un tronco muy recio, también tenía un hueco que cuando éramos pequeñas nos metíamos en él o escondíamos cosas. Al Judas lo colgaban allí y siempre había ropa para vestirlo, pantalones, zapatos o alpargatas… se le vestía de pies a cabeza, incluso el último año se le puso sombrero. Un año le pusieron una camisa de la tía Engracia que la mujer la tenía tendida para que se le secara y se la quitaron a pesar de que también iban sus hijos Urbano y Emilio, otros mozos que aquel año estaban eran Pedro López, Máximo, Vitoriano, un agostero que tenía el tío Nicolás que se llamaba Emilio, dos que tenía el tío José del Rey que uno se llamaba Vicente y era Teroleja y el otro era Pedro y le apodábamos Jápila, éste se casó en Anchuela.  Aquel año cuando entramos en la Iglesia todo parecía que iba bien pero cuando fuimos a la procesión, el Judas tenía un palo puesto como si fueran sus partes fuera, el cura cuando lo vio lío una de las grandes broncas, en aquel entonces el cura era Don Evaristo. Los mozos desaparecieron y la bronca la recibimos todos los demás. Aunque después a los mozos no les pasó nada porque el señor cura tampoco estaba libre de pecado ya que estaba liado con una moza de Castellar. El nombre de la moza de Castellar lo vamos a omitir porque posteriormente se casó e hizo su vida. Todo el mundo se enteró porque a la moza en cuestión le quitaron del bolsillo una carta de amor que el cura le había escrito. De esa carta se hicieron muchas copias y se repartieron. Creo que todavía conservo una de ellas.

Aquel fue el último año que yo recuerdo que se hiciera el Judas. Otros años también se había colgado al Judas en un árbol que había en la puerta de la Iglesia y luego se llevaba a arrastras hasta que lo quemaban. Los niños lo pasaban muy divertido arrastrando al Judas por el pueblo.



EL MONUMENTO


Del monumento recuerdo que lo ponían en medio de la Iglesia, me figuro que representaba la muerte, era como una tela negra con el dibujo una calavera y a los lados ponían  unas velas muy grandes que les llamaban “las hachas”.






OTROS RECUERDOS (2016)

“El día de Jueves Santo se comía normal, no se hacía ninguna cosa distinta salvo torrijas. El día de Viernes Santo se comían garbanzos, bacalao, huevos verdes y torrijas,  para cenar migas con aceitunas. Había que ayunar, desde por la mañana hasta comer, y desde comer hasta cenar, no podías comer entre horas. Y las torrijas de rigor, en todas las casas del pueblo, en algunas casas también buñuelos con miel”.

“Los mozos hacían un Judas y lo colgaban con una cuerda, y ahí permanecía colgado hasta que pasaba la procesión. Después lo descolgaban y lo quemaban”

“El calvario se daba la vuelta por el Pajarón, salíamos por el camino de Aldehuela hasta el camino que sube a las eras y por allí se daba la vuelta al Pajarón hasta salir a coger el  camino a la iglesia”.

“El Domingo de Pascua después de la misa, salía en procesión el niño Jesús portado por los hombres por la salida de la plaza y la Virgen portada por las mujeres por la salida del horno viejo,  el encuentro se producía  en la esquina del camino de aldehuela con la calle de la fuente… la Virgen que iba con un paño en la cara era desposeída del mismo con un bandeo preciso, la bandera solía llevarla Emilio Díaz y luego proseguían las imágenes la procesión juntos por la cuesta del horno hasta la Iglesia donde terminaba la misma.”

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